American Ribs

El COSTILLAR es una pieza grande (más de 1 Kg) pero se maneja bien. Gran parte del peso se lo lleva el hueso que tiene su función añadida; toda carne pegada al hueso es rica y sabrosa. Eso debieron de pensar los americanos y la echaron a la BBQ y luego le echaron de esto, de lo otro… hasta conseguir las famosas RIBS con las que nos ponemos moraitos. Yo tengo serias dudas si me gustan más las costillas en si o el rechupeteo de dedos al terminar, que lo hago. Lo curioso es que hacer unas RIBS caseras no es nada complicado…

Recomendamos usar nuestro COSTILLAR ALPUNTO.NET (1,1Kg aprox. en una sola pieza envasado al vacío). Estimo que la “dosis” correcta en el cálculo de “¿cuánto necesito?” es de medio costillar por comensal. Todo depende de a quién sentemos a la mesa pero con esa estimación no deberías quedarte corto.

Para que queden igual de tiernas que las “FOSTER” solo hay que tener presente un pequeño truco: hay que hervir las costillas antes de meterlas al horno, así de simple. Para su mejor manejo (olla/horno) y para servirlo como unidad os recomiendo que las partáis, si hay hambre en 2 y si no tanta en 3. Un buen recipiente al fuego con bien de agua y dejamos hervir el costillar durante unos 10/15mn aprox.

Mientras el costillar hace chup chup tenemos que ocuparnos de dos cosas (1) precalentar el horno a 220º arriba y abajo y (2) preparar la salsa tan especial de las RIBS. ¿Cómo? Muy fácil. Coges un bol al que le vas a echar salsa barbacoa (calcula que necesitas un bote entero por cada 3 costillares), chorro de miel y azúcar. El azúcar es importante porque le da la untuosidad necesaria a la salsa para que “agarre” bien al costillar. Puedes añadir Coca-Cola pero mi consejo es que poca puesto que diluye la salsa haciendo que pierda “agarre”.

Recomiendo cubrir la bandeja del horno sobre la que vayas a poner el costillar con papel plata ya que el pringue es considerable. Saca las costillas del agua, escúrrelas bien y colócalas sobre la bandeja con el hueso hacia abajo/carne hacia arriba. Con un pincel de silicona especial para cocinar (barato y fácil de encontrar) cubre la superficie de la carne con la salsa, siéntete generoso. Listo, al horno (media altura) durante 5mn aprox. Verás que cuando llegue el momento de sacarlas la parte recubierta de salsa está caramelizándose.

Dale la vuelta (hueso hacia arriba) impregna de salsa a golpe de brochazo generoso y vuelta al horno (media altura) durante 5mn aprox. Lo sacas, le vuelves a dar la vuelta (hueso hacia abajo) y le das los últimos brochazos a la parte carnosa hasta agotar la salsa; al horno (media altura) durante 5mn aprox. Vuelves a sacarlo y pones el horno en modo “gratinado”. Antes de meterlo de nuevo y, sí, por última vez, espolvoreas de azúcar la superficie carnosa. Vuelta al horno durante otros 5mn aprox. Si miras mientras se hace apreciarás que la salsa se ha ido impregnando (calor + azúcar) y que su parte superior se está caramelizando.

El resultado… en su interior la carne se despega fácil y está muy tierna por haber hervido. El horno y la salsa hacen que el exterior esté más crunchi, dulce… ya te lo estás imaginando ¿verdad? Pues pruébalo que el único lio que tiene esta receta es el vaivén de horno, que tampoco es para tanto.

Como último consejo, acompaña de un buen bol de patatas fritas y mucha servilleta de papel ¡ah! y remángate antes de empezar.