De esos platos (fáciles) que entonan cuando el frio aprieta.
Recomendamos usar nuestras costillas adobadas ALPUNTO.NET (bandejas de 0,5Kg aprox.). En función del número de comensales o de si vas a hacer de más para el día siguiente, utiliza una o dos bandejas de costillas. Y recuerda, nuestro adobo es casero, 100% natural: sal, ajo, pimentón y orégano… sin agua, como el que se hacía antes, elaboración tradicional.
Esta receta no tiene misterio, hay que ir añadiendo ingredientes a medida que se van preparando. Recomiendo utilizar un buen “perolón” por aquello de remover bien sin que rebose.
Añadimos una buena base de aceite de oliva y ponemos a calentar. Mientras calienta el aceite pelamos y cortamos cebolla que añadimos para que vaya pochando. Hacemos lo mismo con el pimiento verde y rojo. Cuando las verduras hayan pochado añadimos las costillas y las rehogamos con las verduras unos 7mn. Por último añadimos las patatas previamente preparadas (chascadas en trozos medianos). Removemos bien y añadimos un vaso de vino blanco mientras subimos la temperatura para que evapore el alcohol.
Cuando el conjunto esté bien rehogado y mezclado añadimos el agua (mejor caldo de carne), sal, pimienta y un par de hojitas de laurel. Subimos el fuego para que rompa a hervir y luego corregimos temperatura para mantenerlo en chup-chup durante 20/25mn más. A mí me gusta añadirle un toque de pimentón dulce para que tenga más sabor.
Recomendamos: (1) Chascar las patatas y remover periódicamente la cazuela para que la patata suelte la fécula (2) Si prefieres el caldo más “gordo”, saca unas cuantas patatas y algo de caldo, aplástalas con un tenedor y devuélvelas al guiso (3) Al igual que otros “guisotes” este también mejora con el tiempo; al día siguiente está aún mejor.